Amara Abdal Figueroa
After the 2017 hurricanes, Irma and María, Puerto Rico’s water insecurity and colonial relationship to the U.S. was widely exposed. As an island abundant in clay and water with an unreliable electrical system, tierrafiltra is addressing the island’s water quality by producing filters out of locally sourced clay. Analyzing local clay types is conducted in parallel to the construction of a network of wood and gas fueled kilns. Collaborations with scientists will allow us to evaluate the microbiological effectivity of the water passing through different clay:combustible recipes. By interpreting ancestral techniques and available open source technologies, tierrafiltra aims to present a viable alternative to the dependency of imported materials, equipment, and high operational costs thus re-envisioning our landscape with a local filter.
This project, which is microscopic and spatial, technical and social, also investigates our relationship to water in the landscape, so as to better understand the many barriers between us. In this process Jácana, a sacred ceremonial site, becomes evident. The sign at the end of what used to be a common road passing through Jácana reads, “Carretera cerrada. U.S. property. No trespassing”. After a storm, Eloise, that passed north of the island in 1975, which flooded areas in the southern part of the island, the construction of a dam by the U.S. Army Corps of Engineers was justified. This finally started in 2006 when a private archeological firm was hired to dismiss possibilities of heritage within the ground. Living descendants of Taínos (800+ people) were expropriated, and 300+ ancestors were exhumed. Petroglifos were mutilated with diggers while some others went missing. Everything was covered up and the dam was built. ¿Whose water is this if it is not ours? Our ecosystems, and by extension people, have been repeatedly traumatized. By coiling together craft, ancestry, microbiology, and activism, tierrafiltra proposes a trajectory towards collective healing in a tropical territory politically limited by water.
I would like to thank Potters for Peace, for generously sharing all of this incredible technology, science, and knowledge needed to establish water filter factories all over the world, and to Zoe and Steve Smith for their contributions at the Tierrafiltra studio in Ponce, Puerto Rico.
I would also like to thank archeologist Reniel Rodríguez, abuela Tabonuco (Taína boricua), and especially Ernie Rivera, archeologist and native of the ancestral neighborhood, all of whom have been crucial in this learning process.
tierrafiltra / recuperando lo nuestre
Después de los huracanes del 2017, Irma y María, la inseguridad del agua y la relación colonial de Puerto Rico y los Estados Unidos fueron los más visible que ha sido en nuestre memoria colective. Como una isla abundante en arcilla y agua con un sistema eléctrico precario, tierrafiltra está abordando la calidad del agua de la isla mediante la producción de filtros con recursos locales. El estudio de tipos de arcilla y sus recetas óptimas para la filtración de agua se realiza en paralelo a la construcción de una red de hornos alimentados con madera y gas. Colaboraciones con científicos nos permitirán evaluar la efectividad microbiológica del agua que pasa a través de diferentes proporciones de arcillas:combustibles. Al interpretar técnicas ancestrales y las tecnologías de libre acceso, tierrafiltra pretende contribuir a las alternativas viables, por ejemplo el barro que nos rodea, para reducir la dependencia de materiales, equipo importado y altos costos operacionales. Esto implica visualizar nuestre paisaje como fuente primaria.
Este proyecto que es microscópico y espacial, técnico y social, también investiga nuestra relación con el agua en el paisaje para mejor entender las barreras entre nosotres. En este proceso Jácana, un sitio ceremonial sagrado, illustra. “Carretera cerrada. U.S. property. No trespassing” lee el letrero de la antigua carretera 503 que subía por la montaña, carretera que frecuentábamos antes que existía la carretera número 10. Después de una tormenta que pasó al norte de la isla en 1975, Eloise, la cual sus lluvias inundaron severamente a Utuado y Ponce, la construcción de una represa por parte del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los E.E.U.U. fue justificada. Esto finalmente comenzó en 2006 cuando se contrató una empresa arqueológica privada para descartar las posibilidades de patrimonio dentro del terreno. Descendientes de Taínos (más de 800 personas) fueron expropiados, y más de 300 ancestros fueron exhumados: Jácana es un barrio milenario. Los petroglifos fueron mutilados con excavadoras mientras que otros desaparecieron. Todo fue cubierto y la represa Portugués fue construida como si nada. (Aquí se viola la ley 112, establecido en el 1988, con propósito de proteger el patrimonio arqueológico terrestre.) ¿De quién es el agua si no es la nuestre? Entre la cerámica, ancestrología, microbiología y activismo he aquí una trayectoria con metas de recuperar de el territorio.
Aquí quiero agradecer al arqueólogo Reniel Rodríguez, a la abuela Taína boricua Tabonuco, y en especial al arqueólogo y originario del barrio milenario Ernie Rivera, quienes han sido clave en este proceso de aprendizaje de lo ocurrido en Jácana: su labor crítico y emocional es visto y apreciado.
También quiero agradecer a Ceramistas por la Paz, por generosamente compartir toda esta tecnología, ciencia y conocimiento necesario para establecer centros de producción de filtros en todo el mundo, y a Zoe y Steve Smith, por sus esfuerzos y contribuciones en el taller t i e r r a f i l t r a en Ponce.